La antártida y los Radioaficionados
.....Otro
de los pasatiempos predilectos era la radio. Los radioaficionados son verdaderos
caballeros del aire y solamente el que ha tenido contacto con ellos, sabe apreciar en su
justo valor de lo que son capaces, tanto en la faz técnica como espiritual.
Muchos
sabían en las precarias condiciones que nos encontrábamos y con la sutileza propia de
los hombres de bien, nos hacían pasar momentos agradables con una sana y amena
conversación.
Cuando
salía al aire algún miembro de la base, se notaba inmediatamente en el receptor, que
todos los amigos sintonizaban la frecuencia correspondiente para responder al
"CQ" de la Antártida.
Había
interferencias a granel; las emisoras potentes superaban a las débiles, y a veces, cosa
increíble, se escuchaban emisoras con una potencia DE 25 w. Pidiendo confirmación.
Se
atendía a todos; algunas veces no alcanzaba el papel de anotaciones. El autor, que
poseía la característica " LU3ZJ ", tuvo la satisfacción de comunicarse con
todas las provincias y gobernaciones de la República Argentina y con todas las naciones
de América.
Agradece
íntimamente la gentileza que tuvieron al responder al llamado de la " estación
antártica ", haciéndonos pasar momentos inolvidables, dándonos noticias de los
seres queridos, ayudándonos técnicamente con un consejo, con una sugerencia; sirviendo
de puente al amigo que no se escuchaba, facilitando el micrófono al padre, madre y
hermanos de los que allí estábamos; instantes éstos en que se nos hacía un nudo en la
garganta.
En
estas conversaciones siempre había cuatro o más compañeros que rodeaban la
radioestación...
El
texto que acabamos de leer, corresponde a un relato hecho en el año 1957 por el TENIENTE
1º JOSÉ MARIA T. VACA; en dicho libro "ANTÁRTIDA, MI HOGAR"; publicado por
ediciones Troquel relata su experiencia antártica y a juzgar por sus palabras, puede
apreciarse el valor que tienen los radioaficionados, no solo en lo técnico; sino también
en lo humano.
Si
nos ponemos a pensar como eran las comunicaciones hace 40 años atrás, vamos a poder
comprender el valor real de estas líneas, que hoy a lo mejor; satélites, gps, Internet y
demás adelantos tecnológicos mediante; no le damos la importancia que se merecen.
Daniel
M. Di Leo
LW3EUX